Durante un patrullaje, policías de la Subestación de Policía Vegalarga encontraron a un perrito criollo de aproximadamente 3 años de edad con una herida abierta en la cabeza, y en muy malas condiciones de salud.
De inmediato, y al ver qué continuaba luchando por su vida, los policiales lo trasladaron a las instalaciones de la subestación de Policía Vegalarga, donde le brindaron los primeros auxilios, protección y asistencia veterinaria, para salvaguardar su vida e integridad.
Después de varios días de satisfactoria recuperación, “kalvin”, como cariñosamente fue llamado por los policías, se convirtió en un miembro más, de esa unidad policial, siendo, con sus ladridos, olfateo, jadeos y saltos, el fiel escudero y amigo inseparable de todos.
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