
Hoy Colombia despide a uno de sus héroes, el suboficial Alfonso Luna Cortés, quien con su participación en la guerra de Corea, permitió demostrar la templanza y el honor que caracteriza a los soldados del Ejército Nacional.
Hace muchos años, Colombia fue el único país de América Latina que respondió al llamado de la ONU para apoyar a Corea del Sur luego de la invasión por parte de Corea del Norte en junio de 1950 exactamente.
Nuestro país aportó tres fragatas y un batallón de infantería, que a lo largo de sus tres años de participación en el conflicto que sumó unos 4.750 efectivos.
Uno de ellos fue el suboficial Alfonso Luna Cortes, quien con gallardía, sacrificio y disciplina, estuvo dispuesto a ofrendar su vida por el cumplimento el del deber encomendado, logrando regresar a su país con la certeza de haber dejado en alto el nombre del Ejército Nacional de Colombia.
Ayer a sus 89 años, el veterano falleció por causas naturales, convirtiéndose en un soldado más del Ejército celestial, siendo hoy recordado por su importante legado.
Su historia
Luna Cortes, fue a participar en la guerra de Corea cuando él tenía el grado de Sargento Segundo y tenía entre 24 y 25 años, oriundo de Girardot pero la mayor parte de su vida estuvo viviendo en el Huila, de ahí que se consideraba hijo adoptivo del territorio Opita.
Este héroe de la patria fue militar durante nueve años aproximadamente y siempre tuvo en su mente y en su corazón la frase “Deber Antes que Vida”.
La misa fue hoy a las 11 de la mañana en Cándido y posteriormente su entierro en el cementerio Jardines del Paraíso.
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